El maremoto económico del tsunami japonés

Las consecuencias económicas que ha provocado la catástrofe japonesa se han extendido por todo el mundo como un maremoto. El impacto se ha hecho notar en las bolsas, relanzando las renovables y hundiendo a las nucleares. También ha provocado el cierre en negativo de todos los índices bursátiles mundiales, con el Nikkei a la cabeza, que llegó a caer hasta un 10,22%. Por no hablar de las cifras que ya se manejan en torno a las pérdidas y que pueden repercutir en la recuperación económica internacional, todavía resentida por la crisis financiera. Si bien Japón representa el 8% del PIB mundial, la tragedia podría costarle a la tercera economía del planeta casi un 3% de su producto interior bruto, lo que equivale a unos 150.000 millones de euros. Además, agrava su propia crisis, en la que lleva inmersa dos décadas, dado que adolece de un grave endeudamiento (en torno a un 200% del PIB de deuda pública).

No obstante, y en este contexto, el Banco Central de Japón ha intentado proporcionar calma y liquidez en los mercados con una cifra que supera los 300.000 millones de euros. Supone que Japón ha superado, con sólo cinco inyecciones, el plan de la Reserva Federal para resolver la crisis financiera (para la que depositó unos 425.000 millones de euros).

Las consecuencias de la hecatombe ha abierto, sin embargo, nuevas oportunidades de negocio, a la par que fuertes pérdidas en los sectores afectados.