domingo, 20 de marzo de 2011

el problema energetico( joan holgado)


La economía española padece un grave problema energético, en contra de lo que afirma el triunfalista discurso oficial. En este campo, como en tantos otros, la propaganda funciona. El ciudadano medio tiene la idea de que España es un país pionero y líder en el uso de las energías renovables, un modelo de sostenibilidad. Habría más motivos para el orgullo que para la preocupación.

Todo esto se basa en un fondo de verdad, como todas las buenas manipulaciones. En efecto, nuestro país es el segundo país generador del mundo en energía eólica y el primero de Europa en energía solar fotovoltaica. El problema es que los altos porcentajes que se suelen citar sobre cuánto se cubre con renovables se refieren a la parte de generación eléctrica que proviene de esas fuentes.

Como es sabido, la electricidad es una fuente de energía secundaria, que se genera a partir de las diversas fuentes primarias (carbón, petróleo, gas natural, nuclear, hidráulica, eólica, solar…). Pero los porcentajes de electricidad generados mediante renovables son engañosos, pues los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), además de utilizarse en la generación de electricidad, cubren de manera directa importantes necesidades energéticas en el transporte o la calefacción. Esto puede verse claramente, con datos oficiales, en la figura 2.6, página 43, del libro la energia en españa, publicado por el Ministerio de Industria.

Por ello, es mucho más relevante saber qué porcentaje de nuestras necesidades totales de energía (estén basadas en la electricidad o no) se cubre a partir de las distintas fuentes primarias. Al hacerlo, con datos de 2008, el panorama cambia radicalmente. En realidad, los hidrocarburos (petróleo y gas natural) siguen cubriendo alrededor del 70% de las necesidades energéticas españolas, un 47´6 % el petróleo y un 24´3% el gas natural. Los inconvenientes de esta dependencia del petróleo son bien conocidos. Es contaminante, tanto por las emisiones a la atmósfera como por los accidentes en su transporte. Ha de importarse casi en su totalidad, es costoso, y se volverá más, pues se prevé escasez futura. La propia Agencia Internacional de la Energía ha puesto al “peak oil”, año en que la producción mundial de petróleo empezará a disminuir, una fecha tan temprana como el 2020. Plantea también problemas geoestratégicos de abastecimiento, al estar los principales yacimientos en países inestables.

El gas natural no presenta una verdadera alternativa al petróleo, pues su precio está muy vinculado al de éste. En España, la empresa Gas Natural, gracias a uno de esos logros económicos obtenidos por la presión política del nacionalismo catalán, controla el mercado. Además de las importaciones argelinas a través del gasoducto, se trae licuado por vía marítima.



http://www.youtube.com/watch?v=ruRbRjZYhME

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