Por si la devastación del tsunami no fuera suficiente, el volcán Merapi, situado en la isla de Java, añadió ayer más destrucción al país indonesio. Su erupción ha provocado ya dieciséis muertos, la mayoría abrasados por las cenizas en el interior y los alrededores de un edificio, y trece heridos que han sido tratados en la cercana localidad de Yogyakarta.
Según las autoridades de la provincia, más de 11.000 personas han sido ya evacuadas de la fértil ladera del volcán, y la Policía trata de crear un perímetro de seguridad de diez kilómetros para prevenir que un recrudecimiento de la actividad sísmica cause más víctimas.
A pesar de que el maremoto de las Mentawai y la erupción de Merapi han coincidido en el tiempo, los científicos no confirman que haya relación alguna entre ambos desastres. No en vano, el archipiélago indonesio se asienta sobre una de las franjas más activas del conocido como Círculo de fuego del Pacífico, que continúa hacia Japón y cruza el océano hasta alcanzar la costa oeste de Estados Unidos.
El volcán Merapi, que en 1930 causó 1.300 muertos, es uno de los más activos del planeta, y lo ha vuelto a demostrar el fin de semana con más de 500 explosiones y 200 erupciones de lava al día.
Como ha sucedido con el tsunami que ha asolado las Mentawai, las críticas por la falta de previsión de las autoridades comienzan a arreciar. Los geólogos habían establecido el nivel de alerta en el máximo y, sin embargo, las fuerzas de seguridad no comenzaron las labores de evacuación hasta que se produjeron las primeras víctimas.
Bé Sandra, mira de posar enllaços a la notícia original i algún vídeo relacionat.
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