domingo, 6 de marzo de 2011

Bambú, un aliado contra el cambio climático


Por su alta capacidad de absorción de dióxido de carbono, el bambú se transforma en un recurso muy beneficioso para mitigar los efectos del calentamiento global.Es barato y resistente, no requiere de mucha agua, crece rápido y es inmensamente fuerte.

La fibra del bambú es de gran utilidad en la construcción de viviendas por ser flexible, lo que la convierte en un material capaz de resistir desastres naturales como ciclones, terremotos y tormentas. Es un gran recurso para impulsar el desarrollo económico y se puede adquirir fácilmente en los países más pobres de África, Asia y Latinoamérica.

El bambú, en términos relativos a su peso, es más resistente que el acero, más barato que la madera, utiliza mucha menos energía en su procesado que el cemento, y puede sortear los terremotos.La producción de fibra de bambú requiere de poca inversión inicial.

Existen más de mil especies de bambú en el mundo. El 34% de ellas crece en Latinoamérica. Sólo en México se han registrado 36 especies.

En el informe El bambú: Estudio del mercado mundial, del ministerio de Agricultura, Ganadería, Desarrolloro Rural, Pesca y Alimentación de México, la planta es considerada "una plaga", sobre todo para tierras donde se cultiva café, plátano y tabaco.

Sin embargo, el cultivo del bambú de las especies Angustifoliay Bambusa Vulgaris ha despertado interés en el mundo en las últimas décadas debido a "sus posibilidades de sustituir a la madera en la construcción".

Actualmente son siete los países latinoamericanos que forman parte de la red INBAR: Argentina, Chile, Cuba, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. Aunque es sólo en estos tres últimos países donde la utilidad del bambú fue ganando impulso.

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